ANÁLISIS | EL CONTRASTE DE LA NOCHE DEL DEBATE CON EL QUE BIDEN ESPERA GANAR LAS ELECCIONES DE 2024.

El Todopoderoso no estará en el escenario junto a Joe Biden este jueves por la noche. Pero Donald Trump sí.

El equipo de Biden está aprovechando el debate presidencial más crítico en años para exponer un contraste sobre carácter y política que cree que decidirá las elecciones de 2024, si los votantes finalmente lo perciben.

Es la encarnación de una de las bromas más defensivas del propio Biden: la idea de que no necesita ser universalmente popular, sólo más aceptable que el otro, que, afortunadamente para él, resulta ser el expresidente más extremista de los tiempos modernos. "Mi padre solía decir: 'Joey, no me compares con el Todopoderoso. Compárame con la alternativa'", ha dicho el presidente durante años en sus mítines. El argumento es una red de seguridad para un presidente con el tipo de bajos índices de aprobación que normalmente le condenarían a un solo mandato y que ha tenido dificultades para vender sus logros a los votantes.

El equipo de Biden está presentando a Trump como un agente de venganza "desquiciado" y criminal, incapaz de volver a la presidencia y que sólo se ocupará de sí mismo, de sus amigos ricos y de los fanáticos antiabortistas. Biden se refleja en este engreimiento como un baluarte de la estabilidad y un guardián de los valores democráticos del país que se esfuerza incansablemente por mejorar la vida de los trabajadores.