Se cumplen 80 años del natalicio de Consuelo Araujonoguera, ‘La Cacica’, y más
allá de sus actividades políticas y culturales de la vida pública, sus hijos
recordaron con historias la vida de quien es considerada una de las principales
gestoras culturales del país.
En medio de su carrera política y actividades
laborales, ‘La Cacica’ se casó dos veces. Del primer matrimonio con Hernando
Molina Céspedes nacieron cinco hijos: Hernando Molina Araujo, Ricardo Mario,
María Mercedes, Rodolfo Augusto y Andrés Alfredo; por su lado, de las segundas
nupcias con el excontralor Edgardo Maya Villazón nació Edgardo José Maya
Araujo.
Al igual que Consuelo, sus hijos se abrieron
espacios en la política, el periodismo y la cultura. Hernando Molina Araujo es
el hijo mayor del primer compromiso. ‘Nandito’ Molina, como se le conoce, fue
inicialmente concejal de Valledupar y cónsul de Colombia. En el 2007 llegó a la
Gobernación del Cesar, sin embargo, no pudo terminar su mandato por líos
judiciales.
Jorge
Oñate y Consuelo Araujo.
De su madre detalla y recuerda su espíritu
aguerrido. “Consuelo fue una mujer superior a sus circunstancias. Fue una
mujer justa. No había medios en su vida: o era blanco o era negro. Ella lo
reflejó así: vaticinando lo que sería más tarde su fallecimiento le escribe al
periodista Juan Rincón: ‘Yo quiero que mi epitafio sea tal cual como fue mi
vida, de pie’”, relata Hernando Molina.
“Fue una mujer de temple, aguerrida. Así también
fue en su vida familiar. Ella amaba pero cuando tenía que hacer un reproche no
dudaba. A Álvaro Araujo, quizás uno de los hermanos que más quiso, le hizo
varios reproches públicamente. Cosas que no le gustaban. Lo mismo conmigo.
Recuerdo una vez que me invitaron a ser parte del gobierno de Lucas Gnecco.
Ella dijo firme: ‘No acepto’”.
EL FESTIVAL, HIJO PREDILECTO
Del primer matrimonio también nació Rodolfo Augusto
Molina Araujo, presidente de la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata.
Es justamente el Festival Vallenato el ‘hijo predilecto’ de Consuelo y su mayor
legado cultural. Al igual que sus hermanos, Rodolfo mencionó la disciplina y
determinación como principios de vida de Consuelo Araujonoguera.
¿Pero cómo era ‘La Cacica’ de las puertas de su
casa para dentro? “Ella daba mucho cariño pero exigía disciplina,
compromiso. Nunca nos dejó amilanar. Fue una persona de un cariño inmenso”,
empieza relatando. “Uno a veces no se explica cómo logró hacer tantas
cosas en tan poco tiempo. Creo que fue una combinación de orden y disciplina,
primordiales en su vida”.
El 2020 ha sido uno de los años más desafiantes
para el legado de ‘La Cacica’. La pandemia y la posterior cuarentena obligaron
a suspender todos los eventos masivos del año, por eso, el pasado mes de abril
no sonaron con la misma fuerza los acordeones, cajas y guacharacas que en vida
Consuelo procuró compartir más allá de las fronteras nacionales.
“No es fácil mantener un legado, tiene muchos
matices. Ahí la Fundación es como una guardia pretoriana, pero es la misma
fuerza del vallenato, el que nació desde las raíces, lo que garantizará que se preserve
en el tiempo”, afirmó el presidente de la Fundación del Festival.
LEALTAD Y DETERMINACIÓN
Un poco más distanciada de la política, el
periodismo y la cultura, María Mercedes Molina Araujo fue la única mujer de los
herederos de ‘La Cacica’. Ha dedicado su vida al sector privado y recientemente
dirige una iglesia cristiana. Asegura que la mejor herencia fue el principio de
la lealtad.
Concuerda con sus hermanos afirmando que la
disciplina fue la llave secreta de Consuelo Araujo. “Como hija, el mayor legado
que recibí fue el concepto de la lealtad y la disciplina. Tengo grabado el
derrotero que la disciplina vence lo que la inteligencia no alcanza”,
cuenta. “Era una mujer de contrastes. La fidelidad y el amor hacia sus hijos
no tenía límites, pero tampoco tenía límites su exigencia por el cumplimiento
de las normas y la disciplina dentro de la casa”.
Otro hijo de las entrañas de Consuelo Araujo y su
familia es Radio Guatapurí. El abogado y periodista de profesión Andrés Molina,
uno de los cinco hijos del primer matrimonio, es el encargado de administrar la
reconocida emisora. Haciendo memoria, también recuerda el amor por la escritura
de su madre. En el ejercicio de esa pasión, ‘La Cacica’ entró a trabajar en El
Espectador como columnista.
“En una
sociedad machista como la nuestra ella logra derribar esos mitos persistentes
en la sociedad vallenata. Fue la primera mujer feminista sin que se hablara en
esa época de feminismo. Tuvo la decisión de separarse de su esposo e iniciar
otro hogar. Eso fue una herejía para la sociedad tradicional. Muchas mujeres preferían
soportar los malos tratos, ella no. No se lo permitía su determinación”,
relató Andrés Molina.